miércoles, 10 de agosto de 2011

libertad de expresión

Soy católico, creo que desde poco después de nacer, mis padres me llevaron a bautizar, el cura nos esperaba en la puerta de la Casa de Dios, a mis padres, padrinos, familia, amigos y a mi, según mi madre cuenta, para preguntarles a mis progenitores que venían a hacer allí y ellos contestaron al unísono "a pedir el bautismo". Desde ese día, soy católico a todos los efectos oficiales para la Iglesia. A efectos espirituales también lo soy. Me ha indignado tanto ver como derrochan los políticos, la Sgae nos muele a impuestos, los chanchulletes de los bancos, la anticuada ley electoral, etc,.. como ver escrito en paredes de las ciudades españolas que los católicos somos homófobos, racistas. No me voy a defender de eso, no es necesario, esas palabras pierden su valor y sentido en el mismo momento en el que salen del Spray del escritor para imprimirse en el ladrillo; pero duele tanta mediocridad e incultura a la hora de generalizar y calificar.
Pero, alguien que se afane en defender al catolicismo no puede, bajo ninguno de los puntos de vista de esta religión, coartar la libertad de expresión, esconderse bajo un Pseudónimo, para obligar a la gente a que apoye la visita del Papa, y menos extorsionar e intentar mangonear a un periódico digital (montilladigital.com), por dar la libertad, a todo aquel que buenamente pueda y quiera, de escribir artículos de opinión y así enriquecer con ellos de manera crítica, con su punto de vista, nuestra manera de pensar. Ese no es católico, de espíritu, lo será oficialmente, pero en la religión los papeles no sirven, lo que sirve es lo que se lleva dentro, y el odio, la extorsión, el engaño, la estafa, la amenaza, no son nada cristianos y sin ese calificativo católicos mucho menos.

A Juan Pablo Bellido con todo mi apoyo.

Diego Losada

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